En algunas regiones de España no pasa, pero en otras como Madrid o Valencia recibir una invitación para una boda en julio o en agosto provoca temblores a más de uno, y no precisamente de frío. Si la boda es al mediodía, y se precisa cierta etiqueta, el evento puede convertirse en la ocasión perfecta para sudar a mares o pasar más calor que en una panadería de Mordor.
Y sin embargo, las celebraciones en verano no carecen de encanto. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), julio es el mes favorito para casarse de los españoles y aquel en el que más bodas se celebran, seguido de los también veraniegos septiembre y junio. La luz del sol, los días más largos o simplemente la llegada de la estación que mejores recuerdos nos trae son motivos más que suficientes para descartar las posibles molestias ocasionadas por un calor al que, pese a todo, no resulta tan difícil combatir. Os dejamos 7 consejos para salir con éxito de las bodas en el mes de julio.
- Emplear chaqués de lana fría. El protocolo siempre lo marcan los novios, pero lo habitual es que las bodas se celebren en torno a las 20 horas y para testigos o invitados lo habitual y recomendable es llevar chaqué, camisa y chaleco. Usar los de lana fría nos ayudará a evitar el sudor.
- Llevar una camisa de repuesto. Sobre todo en el caso del novio y el padrino. Los nervios también juegan una mala pasada y provocan sudoración. Aunque no se use es bueno tener a mano una camisa de repuesto por si acaso.
- Hidratarse constantemente. Beber agua al principio de la ceremonia ayudará a esquivar la sensación de calor. También ayuda un buen zumo de frutas o un cóctel tropical como la piña colada, el daiquiri, o la margarita.
- Optar por peinados recogidos. Especialmente en el caso de las chicas, pero también recomendable para varones con el pelo largo. Un moño alto, por ejemplo, resulta elegante y se convierte en el mejor complemento de los vestidos vaporosos.
- Elegir ropas claras. Los vestidos que reflejan la luz en lugar de absorberla son ideales para las bodas en julio. En el caso de los hombres, se puede optar por chaqué gris en lugar del clásico, más oscuro y caluroso
- Llevar zapatos abiertos. Aplicable al caso de las mujeres, ya que el protocolo sigue aconsejando zapato cerrado para el hombre. Las sandalias se han convertido por derecho propio en un “must” de las bodas, y en muchas de ellas los novios obsequian con ellas a las invitadas. En cualquier caso, no está de más contar con zapato plano y abierto de repuesto para cuando llegue el momento.
- Prescindir de ropa muy pegada al cuerpo. Es mejor dejar los modelos entallados para otra ocasión. No se trata por ello de optar sólo por ropas vaporosas pero sí de encontrar un punto intermedio que evite convertir al temido sudor en el centro de atención de tu vestimenta.
Buscar la sombra, usar abanicos, proveerse de sombrillas o consumir polos o helados si están al alcance son otros de los muchos consejos que sumar a las bodas y eventos de julio, donde, a buen seguro, podremos disfrutar de la celebración a pesar del calor del periodo estival.